miércoles, 18 de agosto de 2010

Después de entrenar nada mejor que ver gente conchuda

Llego cansado después de media hora correr. Te veo salir de tu casa que está
justamente enfrente de la mía; con ese aire de no quiero hacer nada
y en el fondo la conciencia pidiendote sexo, se ve en tu cara también,
en tu manera de caminar. Tu gran altura, esas largas piernas
que muestran la falta de rose con otra piel, tu postura al andar
queriendo parecer un espanta pájaros modelo.
Un chico camina llorando, lo compadezco, yo también lo he pasado. Pero
todo dolor que se refleje en lágrimas, no es tan malo como el que se
siente cuando uno siente ganas de aparearse y no hay ningún Ken
con quién hacerlo; de este lado de la cuadra no sucede yo tengo mi
Barbie.
Vecina: el día que bajes un poquito el ego
alguien te bajará también otra cosa
y yo estaré escuchando desde tu puerta
para cuando salgas comenzar a aplaudirte.


y este es el final.

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