por estos atrevimientos de tanto en tanto me permitís adquirir de vos un beso

andaba paseando la mirada
obnubilado por un gran
cigarro paraguayo
entonces me encontré deteniéndome en tus rasgos
ojos
nariz

boca

y sentí una gran necesidad

en mi dedo índice derecho

de dibujarte en el aire,

desde el otro lado

me viste

con esa cara de tonto

y soltaste una carcajada

yo me sentí un tarado,

feliz.