esos ojos tenían el brillo del cielo y el color de una galaxia que la nasa ni la juna...

buscaba palabras
para definir lo que nos pasaba
y en el silencio me llamaste "amor"
y ya no necesitamos
ni palabras
ni silencio.
eras vos, era yo
hasta que decidimos hacer uno de los dos,
a mi quizá se me olvidó
que del otro lado estabas vos,
y todo eso que atribuyo a mis molestias
te absorbió y lastimó.
que entre tanta felicidad
a veces toque pasar por un leve momento de dolor
no tendría que sorprendernos ya,
porque conciencia nos sobra
de haber entendido
que nada es permanente
ni para siempre.
busqué eternidad
y un gran sentimiento de amor
se apoderó de mi presente
no existía de pronto,
ni pasado,
ni futuro
fueron nuestros brazos
entrelazándose
danzando tiernamente
y tus labios
cortando ferozmente
la distancia con los míos
besándome
me fui por las ramas
de un árbol
regado durante siglos
con el amor de infinitos
seres que como nosotros
se amaron
sin miedos,
con libertad.