viernes, 9 de mayo de 2014

me presento y al mismo tiempo me despido

hay besos que nunca me pediste
y aún así siento que te los debo.
esperando ese abrazo, esa sonrisa
que el destino insiste en seguir ignorando.
crecer además de poder ser decir
adiós, quizá pueda ser volver a decirse hola.
me cito en esta parte porque una vez
te escribí, que quemaba con la mirada
las agujas del reloj porque costaba
dormir a la espera de volverte a ver.
a veces no duermo y cuando puedo
te sueño. también que sepas que todo
lo que pensás o pensaste mal de mi,
pude haber dicho que no. pero es verdad.
el pecado tiene el gusto de tus besos
y el amor tiene al tacto, la suavidad de tu piel
y la medicina el amargor intragable
de no saber cuánto tiempo pasará
hasta que la herida de aquellas espinas
pueda cicatrizar.

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