jueves, 25 de noviembre de 2010

no endilgo para nada

Parezco estar tan fuera de todo y sin embargo
estoy tan dentro de mí, la gente va y viene,
rápido o lento, por el costado, delante y
detrás de mí. Y yo me hundo más en mis
reflexiones, ¿y qué lugar ocupo en todo esto?
si somos extras en la película que cada
uno ve a medida que avanza en la calle
y va percibiendo paso a paso algo nuevo
sin dejar de ser siempre lo mismo.
Puede ser que no oiga ni recuerde bien,
estaba pensando en no se qué, mientras
las luces alumbraban la vereda. ¿Y qué
lugar ocupo yo?, ¿a donde me lleva la razón?,
¿a dónde fue lo que se destruyó, o todo
termina en un minuto y se renueva en el que
sigue?.
Los pies ya no son parte de mi, floto
sobre ellos dejando atrás baldosas,
chicles y cajas de cigarrillos, podría
caerme con estos pasos, pero siempre
me mantengo en pie. Siempre llego a destino
aunque parezca que no, estoy atento a
todo y creo estar adelantándome al
minuto que sigue, aunque parezca que no.

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