Todos vemos como mueren
aquellas personas que queremos,
las que nos acompañaron durante
nuestra vida, ellos también ven
como morimos. Pero también
vemos como nacen otras y con ellas
su espíritu, sus sueños, su porvenir
y vivimos con ellos su desarrollo.
Todos vemos como se mueren
nuestros sueños y esperanzas,
no entendemos, que todo aquello
que un día se fue, volverá por
la misma puerta (de la misma o
de otra forma) y es allí donde
todo aquello que alguna vez murió,
volverá a nacer.
En cada uno de nosotros nace y vive
el amor, nuestro deber es que
cada día que pase crezca y no
dejar que se muera.
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