a lo lejos se ven llegar las sirenas,
unos corren y no saben a dónde ir,
bienvenidos al club de los prófugos
de la ley, solo vamos a los bares
donde nos dicen que se puede.
solos andamos por las calles,
donde nadie puede ver, donde
nadie se quiere meter.
las ideas no paran de surgir,
¿quién dijo que todo se acorta?
y se hace lento, en la soledad
de esta calle la gente nos ve y
se asusta de nosotros señor y señora
¿no se da cuenta que nosotros
tenemos miedo de usted y del cargo
que pueda tener?.
nadie nos asegura la vida eterna,
solo sabemos que es corta y no
queremos andar haciéndonos problemas
-si el problema es nuestro futuro, que
alguien nos diga que hacer el fin de
semana que viene-.
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