elegir entre el día y la noche,
dejar de sentir, dejar el pensamiento
fluir, que los ojos se cierren y
la brisa del rió enfrie la cara.
que la noche esconda a los ojos
y los dedos que apuntan llenos
de prejuicios.
las palomas vuelan libres, los corazones
laten más fuerte, el alma se tranquiliza,
los sentidos llegan a la armonía.
ya se está haciendo de día
y el sol hace que crezcan
las hojas de aquél árbol seco,
la ciudad despierta, poco
a poco, la mente está tranquila
para recibir a un nuevo día.
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