te había escrito un cuaderno
le pregunte a todos los kioskeros de tu barrio cual era el chocolate que te gustaba
si al menos les habías ido a comprar algo
si te conocían
que me tiren una buena,
siempre que te toque el timbre me sangro el dedo
sos la única que me arranca una lágrima estando en pedo.
antes de rendirla en marzo el año que viene, me ayudaste mucho
con la física, no te das una idea de cuanto entiendo eso de las corrientes
y que los polos opuestos se chocan... putísima madre que los parió.
deje el orgullo la primera vez que te ví, parado en esa baldosa
con toda una noche en la espalda y vos los ojos bien abiertos,
yo siempre tan asiático. me despertaste de la siesta una vez,
algo de tu inconsciente o tu fantasma en la cama
no me habrá dejado dormir una semana y algunos días
más también.
pero no me importa, yo me plante acá y te espero aunque este invierno
sea terrible y me recontracague de frío,
se que hay cosas que después no me perdono.
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