un infierno lunar
que salia de tu pecho
junto con las mas
delirantes palabras.
la carcajada interminable
en júpiter se oiría.
oh... triste demente
mira como bailas
como tu sucio
esqueleto
deja llevarse... por que
tu carne podrida
llena de venas
músculos y arterias
se encuentran
pegadas a el,
junto con los nervios
que llevan y traen
las ordenes
que tu cerebro
manda.
el río se lleva
todos tus escupitajos
hacia el lugar
donde vas corriendo
y ves a la mujer
con la que desearías
iniciar una charla
mientras tu mente
imagina las cosas
mas desagradables
que harías con ella
pero son solos sueños...
sueños que solo se cumplen
cuando acostado
en tu cama a oscuras
te masturbas.
calle acevedo...
bebe de la sangre
del cadáver que
encontraste en
una bolsa de residuo
en un baldío de
José c. paz.
una cascada de estupideces
soltarías al tirar
el ancho de espada,
un viejo tonto las
oiría desde otra mesa
soltando el humo
de su fino puro.
cerraste la puerta al salir,
mientras tu pecho cerraba
aquella idea de palabras
delirantes y el infierno lunar
se convertía en el infierno solar.
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