En que se convirtió
la música en ingles,
ritmos pegadizos
para bailar
y canciones tontas
sin mensajes,
con cantantes
carilindos, el príncipe
azul que las quinceañeras
quieren.
Después vienen a tocar,
y piden armar
sus camarines
con pétalos de
rosas en el suelo,
champagne del más
caro que
en su vida llegaron
a terminarse
la botella.
Cobran sus entradas
con mínimo dos ceros
a la derecha de la
primer
cifra,
y hacen el mismo
show,
dicen lo mismo
dicen apenas
"ARYENTINA... BUENOS JAIRES... ESTAMOS... MOY CONTENTOS... LINDA GENTE... ASADO... MARADONA"
y hay boludos
que
tratan
todo un día
de entender
su idioma
para hablar como ellos.
Pero ellos vuelven a
su casa,
cansados,
pero
con los bolsillos
llenos,
ellos
y los empresarios
y yo pienso
en la pobre gente
viajando en colectivos
repletos,
sudados.
A mi no me conforman,
ni me convencen,
los detesto.
Por mi parte,
desde mi lugar
no solo quiero
darte el mensaje,
hacerte
bailar
cantar,
quiero
llevarte a la
cama
y hacerte el amor
hasta
ponerte
la piel
de gallina.
todavía
quedan
algunos honestos.
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