sábado, 20 de febrero de 2016

birra y tuca un amor stone

todos los romances que tuve y me tuvieron
todo lo que dije que no tenia que decir
todas las cagadas que me mande y no tendría
o no se me dio la madurez para confirmar
todo lo que anduve y volví hacia atrás
cada beso, cada sonrisa, cada mirada,
todas esas buenas noches y mañanas acostándonos y levantándonos juntos, no hay ciencia
ni milenaria tradición que me quiten o agreguen
tanto para bien o para mal algo más a aquellas
experiencias, todo lo que fue fue por que así
tuvo que ser, amar es así. dar y aceptar lo que nos toca.
tomarse una birra y hacer carioca-

la blanca, la negra y la verde

rodeado de semidioses del destino
oblicuo del delirio, "te estas yendo para arriba"
me dicen, jugando a la payana,
tome helio les contesto, difícil está
la situación para que baje,
se refieren a que me va bien con lo que hago
a lo que decidí dedicarme,
digo "bueno, qué se yo"
te estás volviendo intratable me dicen
los más cercanos, las empanadas las pedí
su opinión, no.
puede que no o tal vez que sí,
pero no di mi opinión acelerada
Ni bien te conocí que estarías condenado
A ser una pobre pelotuda persona infeliz
mientras omnipresente palpito a lo lejos
la confirmación de aquellos presentimientos
reflejados en tu destino, soy intratable
con los hipócritas, a mí no me vengan
a decir o querer demostrar o convencer,
ocúpense de lo suyo, no me van a hacer
pasar por loco por confiar en mí
y no involucrarme en su ignorante estupidez.

el que le vendía opio a Borges

voy por mi reencarnación número mil,
la otra noche me revelaron extraños seres
el deseo del soñador, que en su desvarío
onírico, proyectó su anhelo generando
todo esto que me compone capa tras capa
y los engranajes de esta máquina
que le dicen cuerpo, de estas capas
del alma, del ser y de la labia, todo lo que compone,
todo lo que nace, vive y después muere.
cada ciclo, el destino de forma espiral
en el que nos encontramos, yendo hacia arriba,
hacia el centro, fluyendo al ritmo del latido,
van marcándose los pasos y las posteriores huellas
que hemos seguido y seguirán, constantemente
todo dirigiéndose hacia lo no imaginable,
ya no insisto en afirmar nada, me dejo sorprender
y actúo. a veces bien, otras mal.

miércoles, 10 de febrero de 2016

algún color del arco iris de mierda

entre lo que me venís contando y nos vamos
acordando yo no se si te estarás
queriendo suicidar o intentando algo
parecido como experimentar una agonía terrenal
comiendo una salchicha vegana de almuerzo,
me ofrecería en el pacto cortándome las venas
o los párpados con una galletita para celíacos,
me hace mal que nos llevemos bien o sentir
este amoroso odio que compartimos cual
cómplice secreto, a mi que jamás entendí
lo que es tener cariño o tacto con la gente.