atormentado
a la hora de la siesta
te figuré
en las historias de terror
que me contaron
no podría dormir
sabiendo que te hiciste real
en vida
en carne propia
te sentí
sentí el espanto
el abandono
el olvido
sus fascetas
idas y vueltas
clavo puñales en tierra seca
gritando un nombre descompuesto de palabras
que una hormiga carga pesada en su espalda
las sílabas
hace calor
es la hora de la siesta
de mis abuelos no he escuchado historias,
el que murió primero, me dijeron, era muy bueno
no lo conocí,
pero a vos sí
corre el viento
amaneciendo aparece la niebla
las ramas de los árboles crujen
cruzo de una cuadra a la otra
miro hacia atrás
doblo las esquinas
pregunto por cierta calle a los diarieros
nadie me responde
no sé si de verdad estoy hablando o soñando
todo lo que me dijeron para calmarme que era mentira
fue verdad, la puta madre
es la hora de la siesta
y distintas entidades
se mantienen expectantes de pie
alrededor de mi cama
no puedo dormir
no me permito pensar
las distorciones de tiempo y espacio
se vuelven cada vez más fuertes
vengan a rescatarme
del espanto de recordarte
a la hora de la siesta
porque el cuento de terror
fuimos los dos.
a la hora de la siesta
te figuré
en las historias de terror
que me contaron
no podría dormir
sabiendo que te hiciste real
en vida
en carne propia
te sentí
sentí el espanto
el abandono
el olvido
sus fascetas
idas y vueltas
clavo puñales en tierra seca
gritando un nombre descompuesto de palabras
que una hormiga carga pesada en su espalda
las sílabas
hace calor
es la hora de la siesta
de mis abuelos no he escuchado historias,
el que murió primero, me dijeron, era muy bueno
no lo conocí,
pero a vos sí
corre el viento
amaneciendo aparece la niebla
las ramas de los árboles crujen
cruzo de una cuadra a la otra
miro hacia atrás
doblo las esquinas
pregunto por cierta calle a los diarieros
nadie me responde
no sé si de verdad estoy hablando o soñando
todo lo que me dijeron para calmarme que era mentira
fue verdad, la puta madre
es la hora de la siesta
y distintas entidades
se mantienen expectantes de pie
alrededor de mi cama
no puedo dormir
no me permito pensar
las distorciones de tiempo y espacio
se vuelven cada vez más fuertes
vengan a rescatarme
del espanto de recordarte
a la hora de la siesta
porque el cuento de terror
fuimos los dos.