domingo, 5 de febrero de 2017

sin título 27

atormentado
a la hora de la siesta

te figuré
en las historias de terror
que me contaron

no podría dormir
sabiendo que te hiciste real
en vida
en carne propia

te sentí

sentí el espanto
el abandono
el olvido

sus fascetas
idas y vueltas

clavo puñales en tierra seca
gritando un nombre descompuesto de palabras
que una hormiga carga pesada en su espalda
las sílabas

hace calor
es la hora de la siesta

de mis abuelos no he escuchado historias,
el que murió primero, me dijeron, era muy bueno

no lo conocí,
pero a vos sí

corre el viento
amaneciendo aparece la niebla
las ramas de los árboles crujen
cruzo de una cuadra a la otra
miro hacia atrás
doblo las esquinas
pregunto por cierta calle a los diarieros
nadie me responde
no sé si de verdad estoy hablando o soñando
todo lo que me dijeron para calmarme que era mentira
fue verdad, la puta madre

es la hora de la siesta
y distintas entidades
se mantienen expectantes de pie
alrededor de mi cama
no puedo dormir
no me permito pensar

las distorciones de tiempo y espacio
se vuelven cada vez más fuertes

vengan a rescatarme
del espanto de recordarte
a la hora de la siesta
porque el cuento de terror
fuimos los dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario