domingo, 4 de septiembre de 2011

terapia de domingo

A través de un cartón llega la realidad a mis ojos,
gris opaco-colores primarios-fluorescentes-¿quiénsoyquehoraes?.
El modelo giracéntrico, rebota en tu ya sabes que mi sonrisa
y te inclinas. Me das un beso. Hormigueo.
Todo sube.
El diez por la noche,
todo vuelve.
Tuve lastima de mi mismo, cuando caí en la cuenta
de lo desparramado y amarillo que estaba en la cama. Hubieras
visto, esa montaña de ceniza tan bien hecha, a veces parece
maldad. Salí al balcón. Todas las botellas ahí, tampoco
eran tantas pero el contenidum contumdemtem.
Dijo Guido:
-Sabes como te van a decir esta noche... EL GENIO... vas a aparecer
cada vez que destapen una botella.

DONDE ESTÁN,
desnudense para mí
bendita alegría para mis ojos.
me detuve un instante, ese en el que calculo donde carajo
voy a apoyar los labios.
PUede llegar a ser.
El sábado...
El SÁBADO
la última,
aguardo los zumbidos del insomnio, no recuerdo que los tenga
por ahí espero al pedo. bueno, paso a otra cosa.
No pierdas ningún cuadrado...
Mi pelo toma forma propia, capta il mambum in corpo. Toda
la frase se arremolina en tu cabeza, volves a casa, un poco
tiesa y me lees a mi que escribo boludeces; yo te correr
el colectivo, ahora te escribo esto.

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