lunes, 19 de diciembre de 2011

desde mi ventana, aburrido

No sé a que quiere llegar
ese perro vecino ladrando,
ni esa paloma con el buche hinchado
ni ese gato que me guiña el ojo
y corre detrás de la paloma
que se refugia en la antena
y el gato va a parar a la obra en construcción
de al lado
y olfatea un pedazo de vacío que quedo
entre los escombros después del asado
del viernes.

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