miércoles, 16 de septiembre de 2015

perdido en el monte de venus

sentir el rose de tu pensamiento
sobre mi paranoia
adivinarte en el silencio la pregunta y responderte
escucharme decir cosas
que... ¿qué le pasa a este pibe?
desnudarte
del pensamiento, de lo que hubo ayer o lo que habrá mañana
quedarme entre las sábanas de la cama que está en la pieza
y abrazada medir el tiempo entre un latido y otro de tu corazón
usarlo de metrónomo, golpetear un ritmo de swing
en tus tetas
y que me mires tratando de entender
lo que me pasa
de no mirar, de no sentir
y de pensar qué es lo que pasa
el rose paranoico, irreal, confuso, alucinatorio
de que quizás
jamás
lo entiendas
ni lo sepas;
y viceversa.

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