pucará

hablamos y pedimos
por la libertad de la humanidad y lo demás,
caminamos tomados del brazo
y nos sentamos en una piedra
en mitad del cerro
observando el paisaje alrededor
cactus, cabras, ríos, nubes y piedras;
hablamos del respeto, el amor y la libertad
mirándonos a los ojos, intenso.
pedimos por la solución divina
a la esclavitud de miedos, pensamientos y prejuicios
mientras el sol se recostaba sobre
los picos del cerro moldeando su figura;
aceptamos aceptarlo todo
a conciencia
hasta darnos cuenta
que un día esa libertad,
amor y respeto
impliquen un día, tal vez
dejar de coincidir,
dejar compartir
dejar de sentir lo mismo,
tomar otros caminos,
distanciarse
y que quizá
en esas circunstancias
nos olvidemos de charlas como
estas que tuvimos, mirando el cerro,
hablando de la confianza y la sinceridad,
quizá alguno guarde rencor
aunque por el momento nos hayamos
prometido que no, por favor, no nos adelantemos
ni comparemos; ni juzguemos lo anterior,
ni pongamos demasiadas expectativas
en el porvenir, como si ya no nos bastara
con este presente,
no pensemos, ni proyectemos,
seamos siendo
esto que somos
dos seres
que suponemos
entre prueba y error.
que estamos viviendo
y aprendiendo
.
el mismo viento
que nos junto
también, un día
nos dispersará.