martes, 10 de agosto de 2010

Quiere queso y no lo tiene

Sandra no tuvo mas remedio y termino por volverse loca,
la rata hacia dos semanas estaba viviendo en la cocina
pasaba horas con la escoba en la mano esperando que
salga para matarla. Compro una trampa, pero cada mañana
encontraba siempre en algún rincón de la cocina, la caca
de la rata.
Un día así como si nada, la rata desapareció, también
un día así como si nada, barriendo, movió la rejilla
y pudo ver una rata bebé, nuevamente se volvió loca,
luego se dio cuenta de que eran dos y más tarde
le contaba a Cecilia por teléfono:
-Ya no se que hacer, ya maté a una enorme hace un tiempo
parece que era la madre y las pario acá y ahora crecieron
no las puedo matar, se ve que son varias, encima
me acerco y escucho el ruido que hacen, ese chillido.
-Bueno, ya se morirán. ¿No?
-Eso espero.

Pobre Sandra.

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